sábado, 11 de marzo de 2017

II Domingo de Cuaresma

   
     La liturgia nos presenta hoy el Misterio de la Transfiguración.
     En lo alto de un monte, signo del lugar del encuentro con Dios, Jesús se muestra a sus amigos más íntimos, Pedro, Santiago y Juan, como si ya se hubiera producido el acontecimiento de la Resurrección, en presencia de Moisés y Elías, dialogando con ellos y siendo señalados por el Padre, como el hijo amado al que hay que escuchar. Se puede decir que los tres discípulos pudieron experimentar por un momento lo que se vive en el cielo. Ante la euforia de sus discípulos, Jesús les hace volver a la realidad y les explica que para poder alcanzar la gloria de la que acaban de ser testigos han de pasar antes por Jerusalén, por Getsemaní, por el Calvario y por el sepulcro,
     La Resurrección pasa siempre necesariamente por la prueba de la Cruz. No hay Via Crucis que termine en el sepulcro, sino en la Resurrección. Pero tan poco puede haber Resurrección si antes no se ha recorrido el camino del dolor y de la Cruz. 
     El relato de la Transfiguración es como una síntesis de nuestro camino de Cuaresma, que nos conduce al Calvario pero que hace que nuestra mirada llegue mas allá, a la tumba vacía.

     Les dejamos el enlace con las lecturas y un video del Evangelio.



     

No hay comentarios:

Publicar un comentario