sábado, 30 de abril de 2016

VI Domingo de Pascua

    Celebramos el VI Domingo de Pascua y además, la Pascua del Enfermo 2016 con el lema: María, icono de la confianza y del acompañamiento. “Haced lo que Él os diga” (Jn. 2,5).
    Las lecturas de hoy transitan las tres etapas de la Iglesia. Recorrámoslas. La intimidad entre el Jesús histórico y sus discípulos representa la primera etapa, el tiempo fundacional. Ellos encontraron en Jesús al Mesías esperado y al Hijo de Dios (Jn 1,35-51). Sólo Él tenía palabras de vida eterna (6,68). En amarlo a él consistía su vida y su felicidad. Ahora, en las palabras de despedida del Evangelio (14,23- 29), Jesús les dice que amarlo de verdad implica guardar su palabra, incluso cuando él parta. Él les promete la asistencia del Espíritu Santo, el abogado defensor y consolador. Jesús los prepara para su muerte. Ellos jamás estarán solos. Incluso su partida entra en el designio del Padre, por eso cuando suceda deben seguir creyendo. El segundo momento de la Iglesia, la etapa actual, es descrito de forma óptima en la lectura de Hechos. Se desencadena la primera gran crisis eclesial: algunos (Pablo y Bernabé) están bautizando a los paganos sin exigirles circuncidarse, es decir, se puede ser discípulo sin necesidad de cumplir todos los preceptos de la ley mosaica. En la Iglesia madre de Jerusalén surgen dudas. Se reúnen y oran. Deciden «el Espíritu Santo y nosotros» no exigir la circuncisión. Solo piden a los nuevos convertidos, por respeto a los judeocristianos, que se abstengan de la sangre, de las carnes sacrificadas a los ídolos, etc. Así pues, el segundo tiempo de la Iglesia se caracteriza por la escucha del Espíritu y la comunión eclesial. El tercer y último tiempo se abre al futuro de la consumación. El Apocalipsis describe a la Iglesia futura como la Jerusalén del cielo, una ciudad bien custodiada por doce puertas con los nombres de los apóstoles. Ya no hará falta ni sol ni santuario, porque la gloria de Dios lo llenará todo. En síntesis: la Iglesia camina en la historia entre el amor y la fe a las palabras fundacionales de Jesús, la asistencia actual del Espíritu que la impulsa a la comunión, y el futuro del encuentro final con Dios. No olvidemos tan grandes misterios

Les dejamos el enlace con las lecturas de hoy y un video del Evangelio.





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